
Y es que como Jefe de Estado, el Presidente Comandante debió haber hecho lo propio cuando días antes se estrelló un avión con 46 pasajeros en el Estado Mérida (ver noticia: 01, 02). O quizás en días pasados cuando murieron 6 neonatos en la Maternidad Concepción Palacios de Caracas Distrito Capital (ver noticia).
Pero no, parece no importarle la vida ni muerte de los venezolanos. Prefiere honrar la muerte de un reconocido terrorista, narcoguerrillero y pervertido sexual.
¿Será que algún día despertaremos de esta horrorosa pesadilla?
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